La información es poder 

Nora Ephron, periodista y guionista de la famosa película “Cuando Harry encontró a Sally” nos dejó algunos sabios consejos, a modo de epílogo, contenidos en el título “El cuello no engaña”. Me toca especialmente la fibra el que dice: “Nunca te cases con un hombre del que no estés dispuesta a divorciarte”. Esta elocuente frase me conecta directamente con una visita muy significativa que tuve hará ya unos tres años. Era un señor que venía de muy lejos, apuesto, educadísimo, con lápiz y libreta en mano, dispuesto a preguntar y tomar buena nota de todo lo referente al régimen de separación de bienes, a la pensión compensatoria y a la compensación económica por razón del trabajo. El motivo de su visita no era otro que el de recopilar información y saber, bajo que normas, estaba a punto de entrar en su inminente celebración de matrimonio en aras de evitar posibles futuros conflictos, llegado el caso de la ruptura del mismo. No es cuestión de desconfianza para con el otro ni de pensar que no es para siempre, pues bien es sabido que las rupturas existen y están reguladas, no solo como rupturas como también por ser uniones y ambas son plenamente recogidas en nuestro ordenamiento. Simplemente se trataba de saber qué consecuencias tenía unirse y qué otras consecuencias (no menos importantes) tenía des-unirse. Creo positivamente que sería recomendable para todos los que van a dar el paso tenerlo en cuenta y así evitar, ojalá no sé diera el caso, sorpresas tardías. 

Y para ser equitativa, acabaré parafraseando de nuevo a la aguda periodista pero con un matiz también para ellos: “Nunca te cases con una mujer de la que no estés dispuesto a divorciarte”. (Y sino que se lo digan a Phil Collins.)