Hay tres momentos muy marcados en una separación como les ocurre al matrimonio Barber en “Historia de un matrimonio” de Noah Baumbach:

1.- La pareja toma la decisión de separarse.

2.- Aflora el odio mutuo, los reproches y nada de lo que han vivido les es válido. Es la fase del “No Reconocimiento” del otro.

3.- Fase del “Re-conocimiento del otro”: resurgen las emociones, el respeto, se validan uno al otro y, si hay hijos, se ponen cada uno en el lugar que les pertenece, favoreciendo el equilibrio emocional de todos.

He observado que el cliente suele llegar a la fase 2 y entonces, como abogada, puedes hacer dos cosas:

a)    “Ir a por todas” y conseguir más incluso que lo que el cliente pedía, como es el ejemplo de la abogada, magistralmente interpretada por Laura Dern, en la película que parece no escuchar lo que su clienta quiere. ¿Se trata de “ganar”? ¿A quién?

b)    Intentar que el cliente/es lleguen a la fase 3 de “Re-conocimiento” ya que tanto en mutuo acuerdo como en contencioso, el modus vivendi de una familia es de vital importancia y se tiene que conseguir un divorcio cómodo para todos porque ¡sí! hay ganadores y son los hijos.

En dicha película, los tres actos son clarísimos. Si no la habéis visto os la recomiendo porque la realidad y la ficción están siempre más cerca de lo que pensamos. Es muy interesante también el monólogo de Laura Dern cuando habla de la brecha simbólica que pesa sobre las madres, continuamente evaluadas, mientras se valida la figura del 'padre ausente'.

Yo de todas formas, de la película, me quedo sin duda con la carta que la madre escribe al padre y se la lee el hijo. Me quedo con esa emoción del “re-conocimiento” tan valioso del que hablaba antes, el de la tercera fase, porque el amor es amor aunque termine.