Laia Vergés

Abogada de familia

Espejos rotos
01/07/2024


(Aviso: Este post puede considerarse, en parte, spoiler de la película Memory)

Memoria de elefante y memoria de pez.

Recordar demasiado o no recordar nada. “Memory” es la última interpretación, a mi parecer, sublime, de Jessica Chastain y Peter Sarsgaard. 

El amor o la falta abrupta del mismo impera durante los 103 minutos de la película. Y es que hay personas que desde el primer momento son casa, y así de desprende de la actuación de Sasgaard que dan ganas de abrazarlo durante toda la película. 

La película trata muchos temas como son las terribles consecuencias de falta de amor en la niñez, el pasado como condicionador de la vida en el presente, los cuidados humanos hacia el otro desde la empatía, teniendo en cuenta única y exclusivamente, qué necesita o qué le sobra al otro.

También trata los trastornos mentales. Y es aquí donde me detengo a hacer mi pequeña y humilde crítica. La demencia es la pérdida progresiva e irreversible de la memoria, causa suficiente para considerar el nombramiento de un “tutor” (actualmente un “asistente”). El tutor de Sasgaard es su hermano, quien le suplanta absolutamente su voluntad. Hasta tal punto de blindar la posibilidad de mantener una verdadera historia de amor con Jessica Chastain. La nueva Ley 8/21 (en adaptación de la Convención de NY de 13 de dic de 2006) pretende mantener al máximo la autonomía de la voluntad de las personas que padecen algún tipo de discapacidad. La mejor compañía de Jessica en la película es, sin duda, Sasgaard por la paciencia, el sosiego, la comprensión, la delicadeza que le proporciona que ya la querrían muchos y muchas. Y está cuerdo (ojo que sabe perfectamente qué hace, qué dice y qué decisiones toma). ¡Pero no! El director ha tirado por el camino del medio : Sasgaard tiene demencia ergo debe estar tutelado, privándole de la bonita relación de pareja que podría tener . Y ahí es donde precisamente se equivoca y pierde la oportunidad de cerrar la película con el criterio de la actual legislación. 

Hubiese sido maravilloso dar una vuelta de tuerca y ponerlo en su sitio, no en el cajón de sastre de los discapacitados. Por qué ahora tenemos cajones para todos y para cada uno.

“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”.

JoseLuis Borges

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