En los divorcios de mutuo acuerdo hay una fase de negociación previa a la redacción de un Convenio Regulador. Más allá de que los abogados se pongan de acuerdo, lo ideal es que las dos partes se puedan sentar a hablar. Sólo vosotros conocéis intrínsecamente la dinámica de la familia hasta el momento de la ruptura y escuchar bien al otro (escucha activa) ayuda enormemente a que se alcancen mejores acuerdos, sobre todo en beneficio de los menores si es el caso.
Es esencial escuchar las inquietudes de la otra parte: la nueva logística, su situación personal, la gestión de las emociones propias y de los menores, la nueva economía de cada uno, etc. Son temas que, a parte de que se hayan de encajar en el marco legal establecido, en cada familia dibujan un nuevo y único escenario en el que hay que encontrar la mejor manera para que funcione y así minimizar el estrés que para todos siempre supone, en mayor o menor medida, una ruptura.
Seamos generosos con el otro y revertirá en nosotros y en nuestros hijos. Siempre.