El Coronavirus provoca récord de divorcios entre parejas confinadas y muchas se arrepienten más tarde. Todos sabemos que los periodos en los que hay más demandas de divorcio son después de las vacaciones de verano y de Navidad ¿y ahora podríamos añadir también después del COVID-19?
Funcionarios de la ciudad china de Yanta recibieron algunas citas de divorcio de parejas que, más adelante se arrepintieron, y pidieron a los ciudadanos que fueran más serios y prudentes. Algunas parejas jóvenes decidieron incluso volver a casarse mientras se imprimía su certificado de divorcio. Estos patrones nos deberían hacen reflexionar.
El confinamiento mundial en los hogares, propiciado por las medidas de contención contra el coronavirus ha provocado que afloren los “conflictos subyacentes” de muchas familias, dando lugar a “divorcios impulsivos”. Por el contrario, hay otros divorcios que ya estaban totalmente madurados, meditados y en trámite, y que han tenido que pararse por la excepcionalidad del momento y el cierre burocrático generalizado del país. En relaciones que ya estaban rotas antes del encierro, o en las que hay conductas abusivas se ha tenido y se tiene que seguir extremando las precauciones porque como las visitas a casa están restringidas y no hay mucha visibilidad ni por la calle ni por los vecinos, debemos seguir alerta.
Está claro que desde marzo estamos expuestos de manera constante a la sensación de peligro y esto produce un estrés que repercute en nuestra vida cotidiana y en nuestra relación de pareja. Las situaciones que creíamos “controladas” se han vuelto imprevisibles y lejos de adaptarnos nos frustramos y angustiamos más. Por suerte parece que la desescalada está llegando para bien de todos. Si queréis iniciar un proceso de divorcio o necesitáis informaros de los pasos que hay que hacer en vuestro caso personal podéis encontrarme a partir del día 11 de mayo en laia@laiaverges.com